En los próximos años, prácticamente todas las aplicaciones y servicios incorporarán algún nivel de análisis inteligentes, IA. Las aplicaciones inteligentes crean una nueva capa intermedia inteligente entre personas y sistemas y tienen el potencial de transformar la naturaleza y la estructura del lugar de trabajo.

Existen áreas en las que estas soluciones se están aplicando, por ejemplo las plataformas conversacionales que impulsarán el próximo gran cambio de paradigma en la forma en que los humanos interactúan con el mundo digital. En los próximos años, las interfaces conversacionales se convierten en un objetivo de diseño principal para la interacción del usuario.

Desde ya se advierte que las plataformas de conversación han llegado a un punto de inflexión en términos de comprensión del lenguaje y la intención básica del usuario, pero aún se quedan cortas. El reto para esta solución está en poder evolucionar y no caer en experiencias de usuario frustrantes. Desde Microsoft afirman que «cada vez son más las empresas que incorporan bots o asistentes virtuales, para que puedan interactuar con los usuarios de la forma más natural posible, simulando conversaciones.